Ari miró los árboles en busca de algo en forma de cofre que le indicara que era el árbol de la nota. Sin embargo, desde el suelo no se veía nada, así que se dirigió hasta la parte más alta del patio que era el juego del tobogán.
Nuestros amigos Manny el mapache y Tanu el monstruo decidieron ir a acampar al bosque para pasar un gran día, pero su día se arruinó por la única cosa que hicieron mal: suponer.
El camaleón buscó entre las raíces de los árboles y los arbustos, pero no veía su balón. Caminó y caminó, pero no lo encontraba. Hasta fue a dar al arroyo, pero el balón tampoco estaba por allí. Era extraño, no podía haber ido tan lejos.