Manejo de emociones

Cuentos

Hora del almuerzo – I Parte

Ikia volteó para ver a Tanu y observó como el gran monstruito corría hacia ella con una gran sonrisa en los labios. La guacamaya alzó un ala para saludarlo a la vez que sonreía. Tanu se detuvo frente a la mesa y colocó la lonchera sobre ella para abrirla y mostrar su comida a Ikia quien aguardaba entusiasmada por ver.

Cuentos

Alzando el vuelo

Recuerda que lo único que te impedir tocar el cielo con tus alas son tus miedos, así que deshazte de ellos y disfruta de la magia de volar.

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